Oceanografía de Xènius

A los cincuenta años de su muerte, y avecinándose ya la celebración del centenario de la primera publicación de su célebre columna periodística bajo la rúbrica de Glosari, en enero de 1906, Eugenio d’Ors parece seguir condenado en el purgatorio. Entre el azufre del infierno y el incienso de los ángeles, el purgatorio también puede constituirse como un espacio que permite la reflexión, aviva la duda, sugiere el silencio o descubre el secreto. Todos ellos parecen necesarios después de una larga vida como la de Eugenio d’Ors, dedicada incesantemente a la palabra afirmativa, al diálogo y a la conversación, a la búsqueda de la luz. Los estudios que componen Oceanografía de Xènius se proponen, desde perspectivas críticas variadas, ofrecer una visión panorámica del rico quehacer intelectual y literario del escritor catalán. Oceanografía de Xènius elabora asimismo una lectura sin signos preconcebidos, sin derechas o izquierdas, sin atribución de culpas o disculpas. Y es que hay d’Ors para todos; su obra es la oceanografía de sí mismo. Los colaboradores de este volumen han bienleído a d’Ors; no les pediría Xènius más. Conviene recordar aquí la pregunta que se hacía Juan Alsamora en 1968: “¿Habrá llegado la hora del reconocimiento nacional que Eugenio d’Ors merecía?”. Estimamos que hay motivos para contestarle afirmativamente en 2006. Esperamos que esta colección de ensayos constituya al menos una nota de optimismo de cara a futuros descubrimientos. En 1994 Francisco Umbral aseveraba en su libro Las palabras de la tribu lo siguiente sobre su maestro Eugenio d’Ors: “Si él escribió una Oceanografía del tedio, habría que hacer ahora una Oceanografía de Eugenio d’Ors para alcanzar las orillas imposibles del mar de su frecuentación, todo cuanto trajo y trujo en filosofía, matemática, poesía, geometría, periodismo, mitología personal, angelología irónica, prosa y verso, castellano, catalán y francés”. Ese ahora –nos place creer al menos– por fin se ha concretado y está en las páginas de este libro, en espera de ser descubierto por lectores cordiales e interesados.